martes, 14 de abril de 2009

Recuerdo del olvido


Camino por mi corazón, fantasmal pueblo abandonado de todo, con la incipiente esperanza de hallar una justificación al sentimiento que me embarga.

Miro a los muros vacíos de historias, impregnados de recuerdos que ya no podrán narrar. Inútiles.

Puertas y ventanas muertas, estériles. El aire quieto esquiva las dependencias vacías y ausentes de vibraciones.

Habitaciones colmadas de murmullos apagados, donde no hay espacio para más sufrir.

Cortinas cerradas y rasgadas. Trapos deshilachados por ilusiones borradas en el inclemente tiempo del olvido.

Camas otrora fértiles de amor y pasión. Hoy, escaparate infecundo de sudarios y mortajas.

Armarios pestilentes que guardan despojos de hilos y lanas, sarcófagos de corazas huecas.

Cenizas.. Grises cenizas, absorben la savia de la brisa hasta dejarla inerte de creación.

Campos abonados por escorias humanas donde no hay promesa de cosecha, iniciadores permanentes de ajada paja espinosa.

Me siento tiempo que no entiende de vidas, de historias, de esperanzas. Tiempo lapidario de tantos “quizás”, “puede qué”, “a lo mejor”, “algún día”, presionándolo todo a la profunda oscuridad, hasta deshacerse en la fuente calcinante de lo más hondo de la tierra.


Y en medio de todo... una flor... que arrebato a la tierra con la errada idea del encuentro, de saciar la sed del alma reseca, sólo para ver cómo muere lentamente sobre mi pecho.

Grito, grito, grito... mil veces grito y mil silencios se adueñan de mí, como cascadas de agua helada tratando de apagar un fuego eterno, sin saber que sólo basta un soplido para calmarlo.

Exploto. Desintegrado por fin. Millones de partículas mías se esparcen en el vacío, uniéndome a todo ese destierro.

Renaceré en otro quizás lejano y tranquilo, cuando llegará a ser, lo que nunca fue.

2 comentarios:

Beatriz Sy dijo...

Todo campo para una nueva cosecha necesita una preparación: se deja reposar la tierra, se limpia de malas hierbas, se ara y se siembran las nuevas semillas.

Besos ;)

Taba-re dijo...

Gracias por tus palabras Fénix y por acercarte a mis escritos.
Veo que captaste como andaba ese día.

Besos.