jueves, 16 de abril de 2009

Espejo.


La gente no deja de sorprenderme, si supieran ustedes, todo lo que puedo llegar a captar, sin poderlo evitar.

Plantados ante mí, buscan y rebuscan acomodarse muchas veces indecisos, sobre todo, el pelo. La cantidad que tengan influye, pero no tanto. Noto la incertidumbre que nace, por los cambios que realizan persistentes, se peinan para un lado, después para el otro, ocurre muy seguido que al final se van como vinieron. Ellos no lo saben.

Algunos intentan ocultar lo que llaman “líneas de expresión”, supongo que buscando algo que ya no es. Aun así, hay días que pasan y ni me miran. ¿Por qué lo hacen?, no lo tengo del todo claro, si es por los estados de ánimo o por las actividades que harán después.

El afeitado y pintado, ocupa la mayor cantidad de tiempo ante mí. Muchos, miran lo que hacen, pero me parece, que sin ver. Entretenidos con sus caras y manos, se imaginan que están en otro lugar. ¿Curioso no? Yo me doy cuenta que ellos, están aquí.

Algo muy habitual, es la mirada que fijan en sus propios ojos. ¿Cuánto tiempo?. Depende, a veces es sólo un instante y otras más tiempo. Claro, yo noto que ellos creen, que yo, soy ellos mismos. Me parece que intentan mirar sus pensamientos o recuerdos, a través de mí.

La mayoría viene y me hablan, afirmando algo que han de hacer. Si es con decisión, la cosa termina allí. Si es con dudas, siempre terminan siendo más preguntas que respuestas. Yo me quedo con ambas y aunque suene frívolo, me da igual.

Según dicen, reflejo la realidad, pero les diré algo, creo que es mentira. De realidad hay poco. Lo que más predomina es, la ilusión de no haber cambiado y la aceptación final de que es cierto. Por tanto, marchan de nuevo, creyéndose satisfechos de haber visto sólo lo que querían ver.

Ser como soy tiene un gran defecto, no me puedo ver a mí mismo, pues sólo soy reflejos.

Pero en fin, aquí estoy, espero que por mucho tiempo, probablemente hasta que alguien enojado o muy desilusionado, arroje con rabia un frasco de perfume y me rompa. Sólo porque no puedo evitar de modo alguno, reflejar todo lo que se ponga ante mí.

2 comentarios:

El Ángel... dijo...

“Soy la puerta a ti mismo, atrévete, conócete...”

Un gusto leer tu escrito.
Un abrazo.

Lunática dijo...

Ta-bare, muy ocurrente este post. Creo que esta frase: "Ser como soy tiene un gran defecto, no me puedo ver a mí mismo, pues sólo soy reflejos", es genial!
Besos.