jueves, 7 de mayo de 2009

Ayuda (Cuento)

Recogió el periódico en la puerta de su piso y volvió a la cocina.
Sentado ojea la página de los titulares... La reunión de los mandatarios... Ganó Barcelona en el... Dos hermanos gemelos se encuentran 21 años después.. Fuerte tormenta para hoy, se recomienda...
Lo deja sobre la mesa junto a diversas cartas, comunicados bancarios, certificados pendientes de recoger, que con tanto agobio ha estado leyendo y re-leyendo, como queriendo convencerse.
Su mujer entra, vestida y maleta en mano.
- Me voy. - sentenció.
- Pero... No vas a considerar... – y absorto en su desconcierto, calló.
- Ya está todo dicho...- y sin más salió de la cocina, del piso y de su vida.
Quedó solo.
En su interior no lo podía creer. En menos de 3 meses, su vida, la única que tenía, había dado un vuelco surrealista.
Su negocio inmobiliario no pudo ser ajeno a la situación actual. La sobre-especulación, sobre-financiación, sobre-valoración y todos los demás sobre-lo-que-sea, en que estaba metido de lleno, ayudaron a hundir 11 años de labor.
Y empezaron a llegar embargos y demandas, hacienda, seguridad social, trabajadores, teléfonos, bancos, hipotecas, esposa,...
En el piso donde vivía se podía quedar hasta fin de mes, es decir hasta dentro de 4 días.
Vaya panorama.
Mal como estaba, caminando lerdo, sintiendo más que nunca el lastre de la masa de carne y huesos cansados en que se había convertido, se asomó al balcón. Décima planta del edificio en donde pronto no viviría.
Vencido, mira.
Frente a él, vacío, mar y negras nubes, - Negro como mi vida – pensó.
Eleva la cara, respira profunda y largamente, con ojos cerrados, extiende los brazos, como para absorber o ser absorbido.
Grita o mejor dicho lo intenta, pero la garganta cerrada no lo permite.
Finalmente, logra abrir su angustiado pecho.
- ¡Dios!... ¡Dios! .. ¿Dónde estás?.. ¿Por qué a mí?... ¡Ayúdame Señor, Ayúdame!.. ¡Quita de mí esta amarga y triste situación! .. ¡Dios!.. ¡Libérame!
Incrusta en las nubes, sus ojos, recipientes de lágrimas difíciles de contener.
Mantiene la postura de brazos abiertos, suplicantes.
Espera la respuesta sanadora del creador, que de algún modo milagroso habite su desierto interior.
Poco a poco.. intuye... algo emerge... cambio... esperanza... aceptación... por algo pasan las cosas...
En eso...
Un ruido ensordecedor se apodera de todo... Tormenta infernal que se desata.
Destello cegador...
Y un rayo lo fulminó en el acto.

2 comentarios:

El Ángel... dijo...

"Espera la respuesta sanadora del creador"

Ostias!!!

Más vale que el creador no responda, porque mal que mal todos sus problemas tenían solución. Yo por eso le pido poco, no sea que lo pille en mal día.

Un abrazo

Lunática dijo...

La mala suerte parece cebarse en algunos... Quizás este cambio de vida (o sea, la no vida), es lo que necesitaba para cambiar su actitud, ¿no crees?... Por cierto, ¿cuándo lo vas a despertar de esta pesadilla? porque todo esto es sólo eso: un mal sueño ¿no?
Besos.