jueves, 17 de diciembre de 2009

Mariposa

Mi dulce compañera.. mi amada compañera
No sé como empezar esto que se supone que es una carta de amor e intenciones..
Desde el corazón dicen por ahí... yo lo creo también.
Quiero cosas como todos.
Me siento niño con vos... cuando reímos... cuando jugamos a bailar esa danza que sólo nosotros entendemos
Cuando nos miramos con vistas ensoñadas en travesuras descubiertas.
Y también te siento piel y aflora el hombre que hay en mí, tu pelo... tus ojos... tus labios... tu cuerpo... esa tierra dulce y suave que recorro con cada partícula mía.
Impregnarme de esa mujer que una vez conocí... es lo más parecido al paraíso que conozco.
Hermosa amada... preciosa amada...
Hermosísima mariposa...
No sé como ni porque... pero te posaste en un sitio de mi ser... que era difícil de llegar... incluso para mí.
Y ahora... ahora en más... no lo sé... estas en mí... estarás en mí... así de simple.
Sé que es probable que vueles... una vez más mariposa... es probable.
Me quedaré, con lo descubierto en mí, gracias a vos.
Y lo guardaré muy adentro, intocable, y sólo yo lo saborearé... absolutamente nadie más... nunca... lo rozará jamás.
Cada tanto lo veré, lo miraré, lo recordaré... y sabré sin ninguna duda o dolor... que hubo una vez... que el amor... pasó por mí.

4 comentarios:

LA ZARZAMORA dijo...

Guárdala como un dulce relicario. Las mariposas son un bien preciado.
Besitos.

El Ángel... dijo...

Las mariposas encerradas en una caja no sirven de nada. Si su destino es volar, que vuelen, pero recuerda que el amor no pasa por ti, está en ti.

Un abrazo Taba-re, sentida entrada.

AyanamiInWonderland dijo...

Es lo mejor que he leido hace bastante tiempo; gracias por esas lindas palabras.

Beatriz Sy dijo...

Que vuelen, que sigan su camino de polvo de estrellas sin dejar regueros de tristeza.