sábado, 7 de marzo de 2015

¿Creencia o carencia?


Si la soberbia de creernos mejor que cualquier otro que no sea como nosotros, diera paso a la aceptación de la convivencia de distintos, como iguales, creceríamos todos en sabiduría. Ya que apreciar y convivir con lo que juzgamos diferente, nos da la oportunidad de enriquecer y complementar lo que somos. Salvo que estemos ya en la perfección. Lo cual no es cierto, porque si lo fuera, no nos afectaría que hubiera algo diferente a lo que creemos ser.
 

lunes, 7 de octubre de 2013

ADIOS.


 
HOY SE MURIÓ UN AMIGO.
SI DIGO UN AMIGO,  DIGO…
UN PADRE,
UN HIJO,
UN HERMANO,
UN AMANTE,
UN OBRERO,
UN COMPAÑERO,
UN CONOCIDO,
UN SER,
TÚ,
YO.

 

DONDE HABITA EL OLVIDO



QUE LO OLVIDE.

QUE OLVIDE, LO QUE QUISE OLVIDAR.

QUE SIENTA EL ALIVIO DE OLVIDAR, LO OLVIDADO.

Y OLVIDAR, TAMBIÉN, EL ALIVIO DE OLVIDAR.


OLVIDAR, QUE OLVIDÉ TODOS LOS RECUERDOS,

RECORDANDO TODO EL TIEMPO, QUE TODO LO OLVIDÉ.

RECORDANDO TODO EL TIEMPO, QUE EL PRESENTE,

NO OLVIDE VIVIR.

 

viernes, 10 de febrero de 2012

¿Apocalipsis? (o parte de él)


Libro de la re-vejación - Capítulo II - Versículo 2012

"Y los señores del supremo condenarán a quien hubiera hecho el bien
Y se exculparán los corruptos
Y los jueces serán convictos
Y los dictadores héroes impolutos."

lunes, 19 de diciembre de 2011

Volver... volver.



Volver, creo que es el verbo con más perseverancia en la vida, al menos en la mía.
Vuelven los recuerdos. ¿Adónde?. A un presente que no concluye y día a día, vuelve.
Vuelvo a comenzar una y otra vez, con una obsesiva reiteración, buscando o encontrando, pero volviendo siempre.
Vuelvo al Yoga que una vez empecé y dejé.
¿Vuelvo a escribir para dejarlo otra vez y volver después?.Seguramente.
Es la falta de constancia y disciplina me decían en la escuela, cuando una y otra vez volvía a prometer que corregiría mis faltas. Y lo sostenía un tiempo o tiempito mas bien, porque al final volvía a la inconstancia de la rutina, de mi rutina, que no es otra cosa que volver a lo que soy.
Volver a la infancia, dicen los sabios. ¿Cuándo la dejé?.
Volver a la inocencia, dicen los que quieren convencer que el tiempo corrompe y nos desvía de la inmaculada pureza humana. Y bueno, de alguna manera lo hago, vuelvo al origen a cada segundo, día, año, sólo para recorrer un trecho del camino que me lleva a un nuevo comienzo, a un volver permanente.
Para mí, la vida es como una espiral, donde al transitarla voy girando de forma concéntrica, pero a un plano diferente y a cada vuelta más elevado.
Lo que ya viví, comparado con el presente, aporta mucho, así que vuelvo a verlo todo nuevo.
Las experiencias de las vueltas vividas, permanecen en la conciencia, a veces me doy cuenta de ello, las atiendo y para no ser menos conmigo, vuelvo a ignorarlas. ¡Vaya! Otra vez he vuelto a lo mismo, a este atemporal instante de volver siempre.
Siempre, siempre vuelvo, ¿o no?.

jueves, 20 de mayo de 2010

Reloj de arena

No entendía cómo ni porqué.
Sólo veía los granitos de arena caer y rodar sobre la montaña que se formaba.
Con cada uno una imagen, un momento, una vida.
Si afinaba un poco el oído escucharía la música del chocar de los pequeños cantos.
Una idea, que se le cruzó por la mente, lo estremeció. ¿ Podría ser qué...?
No. No podía ser.
Concentró toda su existencia en ese desprender de piedrecillas.
Por un instante apreció la disminución del volumen superior.
Se acabará en breve.
Cuando apenas faltaban unos pocos, relajó músculos y mente.
Con los ojos entreabiertos vio el último.
La caída resonó en su interior.
Mirando como se deslizaba por la cima sintió que no podía respirar.
Aquello que creyó, estaba ocurriendo.
Cuando el recorrido acabó y sobrevino la quietud,
finalmente,
renació.

sábado, 17 de abril de 2010

Camino de rosas.



Camino lerdo entre matorrales, resecos y ausentes de amaneceres.

Con mi osamenta cubierta de ligas enredadas en carne.

La mente con sus sesos, pastosos corchos linchados, llena de pensamientos.

Respiro; el paso del aire cenizo por las aberturas, duele.

Los pies, sangrantes por los espinosos restos, se irán desintegrando junto a los miembros, hasta arrastrar el tronco y el sexo.

Me espero al final del camino.

Donde dos rosas se unen en un solo tallo punzante.

Llegaré, siempre llego.

Y empezaré de nuevo, siempre empiezo.

sábado, 3 de abril de 2010

Impasse

Salgo, entro, voy, vengo, recorro muchas veces la casa sin sentido.

Entre lucubraciones complicadas solucionando problemas míos y de otros, inmerso en el vaivén de una vida dominada por las seudo obligaciones que nos imponemos, me abandona la costumbre del movimiento continuo: se ha detenido.

Ahora vivo el impasse, un espacio atemporal donde muere todo lo que creo ser y aunque parezca un contrasentido, sin nada y en la nada, soy ese lapso, un punto muerto que de muerto no tiene nada pero que no tiene vida tampoco.

Dicen que las aguas vuelven raudas a su cauce después del temporal, pues es en esa espera, donde me encuentro. La calma no llega cuando las aguas se vuelven quietas, no, la calma es el entretiempo. Habita serena entre la cordura y la locura, entre el amor y el odio, entre el crecimiento y el hundimiento.

En algún momento la vida misma comenzará a desplegar sus tentáculos desorientados, habrá que escoger cuales aceptar; en un tiempo no lejano, tendré que volver a podar, pero ya se verá en el andar.

En realidad lo tengo todo en medio de esta nada y lo que vaya a venir ... bueno... ¡Qué venga!... ¡Qué suceda!... ¡Qué venga nomás!.